Entendemos que vender una casa heredada puede ser un proceso lleno de incertidumbres, por eso hemos diseñado esta página para proporcionarte claridad y orientación.
Te guiaremos a través de los pasos necesarios para vender tu propiedad heredada de manera sencilla, incluso en situaciones en las que no haya consenso entre los hermanos o herederos.
¡Asegúrate de prestar atención, ya que la información que sigue es crucial!
Cuando te enfrentas a la tarea de vender una casa heredada, el primer paso crucial es aceptar la herencia. Este proceso implica la obtención de una serie de documentos esenciales que se detallan a continuación:
El punto de partida indispensable es el certificado de defunción. Este documento oficial certifica el fallecimiento de la persona que dejó la herencia, siendo un requisito fundamental en el proceso de aceptación de la misma.
El certificado se pide en el Registro Civil del lugar donde falleció la persona que dejó la herencia.
En Las Palmas, el registro civil se ubica en:
calle Málaga, 2 ; Teléfono: 928116212
Puede tardar entre dos y quince días, dependiendo del Registro Civil donde se tramite.
El certificado de defunción es un documento gratuito.
Conocer nombre, apellido y DNI del fallecido. También pueden pedirte tomo y folio de la inscripción del deceso.
Este certificado es un documento esencial que verifica si la persona fallecida ha dejado un testamento o no. En caso afirmativo, también proporciona detalles sobre la notaría en la que se ha formalizado dicho testamento.
Solo debes pagar una tasa, cuyo importe asciende a 3,82 euros.
En Las Palmas, dicho certificado se puede solicitar en :
Calle Reyes Católicos, 47, 35001 Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas
Teléfono: 928 33 26 04
El certificado también se puede pedir en la gerencia territorial del Ministerio de Justicia de manera presencial o telemática.
La solicitud del certificado de últimas voluntades tarda 10 días hábiles y debe solicitarse 15 días después del deceso de la persona.
El coste depende del número de folios que tenga el testamento original y de su antigüedad.
Depende del notario, pero en general, la copia del testamento no suele tardar más de una semana.
Para pedir el testamento, solo debes presentar el certificado de defunción y el de últimas voluntades.
Una vez que hayas recopilado todos los documentos necesarios, el siguiente paso crucial en el proceso de venta de una casa heredada es aceptar formalmente la herencia. Este paso implica comprender si la persona fallecida dejó un testamento o no. Además, es esencial determinar si eres el único heredero o si hay dos o más personas compartiendo la herencia, ya que esto influirá en los pasos a seguir en el proceso.
La aceptación de la herencia marca el inicio de un proceso importante y, a menudo, complejo. Si existe un testamento, deberás seguir las disposiciones establecidas en él. Por otro lado, si no hay un testamento, las leyes de sucesión intestada regirán la distribución de los bienes. En el caso de varios herederos, la coordinación y comunicación efectiva son clave para garantizar un proceso fluido.
Este paso inicial sienta las bases para el resto del proceso de venta, estableciendo el marco legal y organizativo necesario para proceder de manera eficiente y legal en la transacción de la propiedad heredada.
B) Posteriormente, es imperativo proceder a la firma de la escritura de partición o cuaderno particional. Este crucial documento debe detallar minuciosamente tus datos personales y los de los demás herederos, así como incluir el inventario y la distribución de los bienes, todo ello en estricto cumplimiento de lo establecido en el testamento.
Si eres el único beneficiario de la herencia, simplemente redactar un documento de aceptación hereditaria y obtener la legitimación de firma por parte del notario será suficiente para otorgar validez legal. En este contexto, la elaboración de una escritura de partición no resulta necesaria.
La obtención del acta de declaración de herederos es un proceso que requiere la presentación de dos testigos cercanos al fallecido, quienes deben declarar que no tienen conocimiento de la existencia de otros herederos.
Este trámite conlleva un coste aproximado de entre 250 y 300 euros más IGIC, si bien esta cifra puede variar dependiendo del número de herederos y del valor total de la herencia. El periodo desde la firma en la notaría hasta que el notario oficializa la identidad de los herederos suele extenderse a unos 20 días hábiles.
Una vez completada la declaración de herederos, el siguiente paso es la elaboración de la escritura de partición por parte del notario. Este documento incluirá un inventario detallado de los bienes pertenecientes al fallecido, así como la distribución correspondiente entre los herederos, de acuerdo con sus respectivas proporciones.
Preparémonos para dar el siguiente paso en la venta de una casa heredada: la inscripción del inmueble a nombre de los herederos en el Registro de la Propiedad. Este proceso implica una visita al Registro, donde deberás presentar una serie de documentos indispensables.
El Registro tendrá un plazo máximo de 15 días para inscribir la vivienda heredada o notificarte si existe algún problema.
Una vez que hayas completado el proceso de registro de tu vivienda, estarás listo para venderla sin complicaciones y obtener un precio justo en el mercado. A partir de este punto, simplemente sigue los pasos estándar para llevar a cabo la venta de una propiedad.
Dado que este proceso puede ser un tanto más complejo que una transacción común, considera la posibilidad de buscar el asesoramiento de un profesional inmobiliario. Su experiencia puede resultar invaluable para garantizar un proceso fluido y exitoso.
Aunque ya hayas cumplido con el pago de los impuestos de la herencia, aún queda un último paso: rendir cuentas ante Hacienda después de la venta. En esta fase, te enfrentarás al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y a la plusvalía municipal, que vuelve a entrar en juego.
En el caso de una propiedad heredada por varios hermanos, cada uno deberá abonar una cantidad proporcional basada en la parte específica de la vivienda que hayan heredado. Es fundamental tener en cuenta que, para calcular el IRPF, se considera como valor de adquisición de la vivienda aquel que figura en la declaración del impuesto de sucesiones. Este detalle puede influir significativamente en la carga tributaria asociada a la venta de la propiedad heredada.
No hay un periodo de espera para vender una propiedad heredada después del 3 de septiembre de 2021, gracias a la derogación del artículo 28 de la Ley Hipotecaria. Aunque en teoría esta derogación se considera retroactiva, en la práctica existen limitaciones. Si el heredero no forzoso adquirió la propiedad antes de dicha fecha, es decir, no es hijo, padre o cónyuge del fallecido, deberá aguardar dos años antes de llevar a cabo la transmisión.
Cuando te encuentras ante la herencia de una propiedad con una hipoteca pendiente, las circunstancias pueden variar. Aquí exploramos dos posibles escenarios:
Seguro de Vida Vinculado a la Hipoteca: Si el difunto tenía un seguro de vida vinculado a la hipoteca, estás de suerte. Muchos préstamos hipotecarios incluyen este tipo de pólizas, las cuales cubren la deuda en caso de fallecimiento del titular. En esta situación, la aseguradora asumirá la responsabilidad de liquidar la deuda con el banco, dejándote la propiedad libre de cargas.
Ausencia de Seguro de Vida o Vínculo: En caso de que no haya seguro de vida o este no esté vinculado a la hipoteca, se abren dos alternativas:
a. Asumir la Hipoteca y Conservar la Propiedad: Puedes optar por hacer frente a la hipoteca y retener la propiedad. Esto implica saldar la deuda pendiente por completo o realizar un cambio en la titularidad de la hipoteca, asumiendo así la responsabilidad de los pagos mensuales. La última opción, conocida como subrogación hipotecaria, está sujeta a la aprobación del banco.
b. Aceptar la Herencia a Beneficio de Inventario: Esta opción te permite separar tu patrimonio personal de las deudas heredadas. Al aceptar la herencia bajo este régimen, no respondes con tus propios bienes a las deudas del fallecido. Estas deudas se saldan únicamente con los bienes y fondos heredados. En el caso de una vivienda con una hipoteca pendiente, la casa debería venderse para liquidar el préstamo, y tú heredarías el remanente económico. Si eliges esta opción, es crucial informar al notario al inicio del proceso para garantizar una gestión adecuada.